Hola mundileros!
Hemos regresado de pasar las Navidades con la familia y de hacer una escapada a Israel para pasar los últimos días del año. Llevábamos mucho tiempo queriendo visitar este país que nos parecía muy interesante. ¿Cómo puede un país albergar una ciudad santa y una capital gay y aparentemente vivir en armonía? :-D
Nuestra primera parada fue la capital, Tel Aviv. Cuando imaginábamos Israel, no pensábamos encontrarnos con una ciudad tan moderna y "europea". Sí, Tel Aviv tiene un aire muy europeo que en algunos momentos nos recordó a Barcelona por sus bares, restaurantes, ambiente en las calles, población moderna y multicultural y un aire desenfadado y creativo. Como por ejemplo en las calles Dizengoff o Ben Yehuda o en el barrio de Neve Tzedek.
Pero hoy os vamos a hablar del barrio que más nos gustó. Bueno, más que un barrio es otra ciudad y está considerada una de las más antiguas del mundo (según evidencias arqueológicas, estuvo habitada hace más de 9000 años).
Jaffa o Old Jaffa se encuentra al sur de Tel Aviv, a orillas del mar Mediterráneo y junto a Tel Aviv forman el distrito de Tel Aviv-Yafo. Aunque hoy en día está reconstruida y es un lugar turístico con sus restaurantes y sus tiendas, en su momento fue uno de los puertos más importantes del mundo.
Se puede pasear por libre o optar por un Free Walking Tour, que es lo que hicimos nosotros para enterarnos un poco más de la historia de la ciudad que es muy interesante ya que data de miles de años atrás.
Sea cual sea vuestra decisión, lo mejor sin duda es callejear sin prisa, perderse por sus rincones y dejarse llevar. Imaginar que hace miles de años a estas tierras llegaban marineros y comerciantes de todas las partes del Mediterráneo en busca de clientes o fortuna (y hasta prostitutas). Nos lo imaginamos en aquella época y nos viene a la mente un lugar lúgubre, maloliente y lleno de hombres barbudos fumando pipa.
Nada más lejos de la realidad...
A día de hoy poco queda de lo que tuvo que ser en aquella época ni incluso del título de "ciudad antigua". Sus calles y callejones están súper limpios y bien cuidados. Es un gustazo pasear tranquilamente y perderse en escalinatas, pasadizos, arcos, patios y admirar la fusión de arquitecturas y detalles que se encuentran a cada paso.
Son muchas las connotaciones bíblicas de esta ciudad. Muchos creen que Jaffa recibe su nombre por Jafet, el hijo de Noé, que según la Biblia decidió quedarse en esta zona después de la gran inundación. Por otro lado se dice que el profeta Jonas partió desde este puerto antes de ser engullido por una ballena. Todas estas cosas nos suenan un poco a chino por nuestra falta de conocimiento en la materia, pero para los creyentes debe ser un lugar realmente curioso en el que atar cabos y sentirse dentro de las múltiples historias de este libro sagrado.
La historia más reciente de esta zona nos lleva al sigo XX cuando miles de judíos volvieron a estas tierras desde todas las partes del mundo y se encontraron con la comunidad árabe que no les dio una grata bienvenida. Tras no ser capaces de arreglar sus diferencias la mayoría de judíos empezaron a construir fuera de Jaffa en lo que finalmente se convertiría en la ciudad de Tel Aviv.
Una cosa que llama la atención son los nombres de las calles que están expuestas en llamativas placas de bordes redondeados y con ilustraciones que hacen referencia a los signos del zodíaco. También de este tema encontramos en lo alto de la colina el puente de la suerte en el que están representados todos los signos. Allí debes buscar el tuyo, posar la mano encima y mirando al mar pedir un deseo. A ver si hay suerte y se nos cumple... :-P
Otro de los puntos curiosos de la ciudad es este naranjo en suspensión. Se trata de una obra del artista israelí Ran Morin conocida como "Floating Orange Tree". Según el artista, con esta obra quería enfatizar la separación entre el hombre y la naturaleza.
Y hablando de naranjas, nos comentaron que en su momento Israel fue el máximo productor de naranjas del mundo (las conocidas como naranjas de Jaffa). A día de hoy, a causa de problemas agrícolas y económicos, son escasamente producidas en el país y tienen que ser importadas de lugares como España. Sí, habéis leído bien.
Realmente nos ha encantado esta zona, por lo diferente que es y por el enclave en un acantilado a orillas del mar. Aunque hay turismo, queda disperso por sus múltiples calles y es el lugar perfecto para encontrar tranquilidad después del ajetreo del centro de Tel Aviv.
(el punto marcado es donde encontraréis la Ciudad Antigua)
Un abrazo!
Mike and Charls
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