¿Qué tal mundileros?
Nosotros más que bien... estamos "maravillados" jeje Ahora os contamos porqué, aunque el título de la entrada no deja lugar a la imaginación.
Desde Delhi llegamos a Agra en tren. Lo cogimos a las 10 de la mañana y llegamos a la 1 del mediodía. Los trenes en India son toda una experiencia. De momento no hemos ido en ninguno como el de esta foto que vimos por internet (hay unas cuantas con lo que suponemos que en algún lugar de la India los trenes deben ir así).
Fuimos en clase general sin aire acondicionado (aunque acondicionados íbamos ya que todas las ventanas estaban abiertas pues eran rejas). Los vagones estaban atestados de gente por todos lados, sentados arriba y abajo (porque hay camas también) y mucha gente por metro cuadrado. De hecho cuando llegamos a nuestros asientos había gente ocupándolos que no parecía tener intención de moverse. Fue al cabo de unos segundos y enseñándoles nuestros billetes que decidieron moverse en poco. No acabamos de entender por que en tres asientos numerados habían 4 o 5 personas sentadas, pero se ve que aquí va así la cosa. Entonces empezó la procesión de personajes variopintos de arriba a abajo del largo pasillo del vagón vendiendo cosas durante casi todo el viaje. Comida, snacks, refrescos, tes, peluches, cremalleras, cargadores de móvil y unas señoras muy curiosas que pedían dinero dándote tortas (literal) y que pensábamos que eran de las que echan mal de ojo a todo el que no les sigue el rollo. Luego nos enteramos que son personas que aquí en India se las clasifica como "tercer género" y que la gente piensa que de alguna manera traen buena suerte.
Los viajes en tren son muy distraidos y es una manera perfecta para ver como son las familias indias y como conviven. La mayoría se traen sus tupers al tren, nada de bocadillos, aquí su arroz, su curry, sus panes tipo pita... lo comen con las manos (qué listos así no les hacen falta los cubiertos) luego le dan un agua en el baño y ale, a echar la siesta.
Fuimos en clase general sin aire acondicionado (aunque acondicionados íbamos ya que todas las ventanas estaban abiertas pues eran rejas). Los vagones estaban atestados de gente por todos lados, sentados arriba y abajo (porque hay camas también) y mucha gente por metro cuadrado. De hecho cuando llegamos a nuestros asientos había gente ocupándolos que no parecía tener intención de moverse. Fue al cabo de unos segundos y enseñándoles nuestros billetes que decidieron moverse en poco. No acabamos de entender por que en tres asientos numerados habían 4 o 5 personas sentadas, pero se ve que aquí va así la cosa. Entonces empezó la procesión de personajes variopintos de arriba a abajo del largo pasillo del vagón vendiendo cosas durante casi todo el viaje. Comida, snacks, refrescos, tes, peluches, cremalleras, cargadores de móvil y unas señoras muy curiosas que pedían dinero dándote tortas (literal) y que pensábamos que eran de las que echan mal de ojo a todo el que no les sigue el rollo. Luego nos enteramos que son personas que aquí en India se las clasifica como "tercer género" y que la gente piensa que de alguna manera traen buena suerte.
Los viajes en tren son muy distraidos y es una manera perfecta para ver como son las familias indias y como conviven. La mayoría se traen sus tupers al tren, nada de bocadillos, aquí su arroz, su curry, sus panes tipo pita... lo comen con las manos (qué listos así no les hacen falta los cubiertos) luego le dan un agua en el baño y ale, a echar la siesta.
Llegamos a Agra y cogimos un rickshaw (carromato motorizado) hasta el hotel que (atención) estaba a 50 metros del Taj Mahal! La ciudad de Agra vive por y para el Taj Mahal, cualquier otra "atracción turística" a su lado se queda en nada. A pesar de eso, y como suele pasar a menudo, el dinero de la maravilla del mundo no revierte en el pueblo. Como nos dijo un hombre mayor que nos vino a hablar mientras desayunábamos, el dinero se va a los bolsillos de unos cuantos pues hay mucha corrupción, con lo cual las inmediaciones del Taj Mahal son calles sin asfaltar, de casas pobres y si caminas un poco más lejos, la cosa se pone aún peor y es una pena, creemos.
Después de dejar las cosas en el hotel fuimos a ver el Fuerte de Agra y por la tarde a unos jardines desde los que se podía ver el Taj Mahal a lo lejos, pero llegamos tarde y estaban cerrados.
Y sin mucho más que hacer en Agra, fuimos a comer algo y anocheciendo a las 19:00 fuimos tirando para el hotel porque al día siguiente queríamos madrugar.
(los monos están por todas partes... pero no recomendamos acercarse mucho a ellos)
(desde el fuerte de Agra tuvimos una primera vista del Taj Mahal a lo lejos).
Y sin mucho más que hacer en Agra, fuimos a comer algo y anocheciendo a las 19:00 fuimos tirando para el hotel porque al día siguiente queríamos madrugar.
(qué bien se come en India!)
Nos despertamos 5:30 y a las 6 estabamos en la puerta Oeste del Taj Mahal. ¿Vale la pena ir pronto? Todo el mundo te recomienda que sí. En nuestra opinión te ahorras algo de colas, pero a menos que seas un amante de la fotografía y quieras verlo con diferentes tonalidades de luz y demás, no vale la pena pegarse un súper madrugón, porque en realidad tan pronto por la mañana la fachada principal no está iluminada por el sol... y no es hasta las 8:30-9 que se puede disfrutar bien de la iluminación.
(esto es a primera hora, luego la gente se relaja y no cal pelearse por una foto...)
El Taj Mahal es una de las 7 maravillas del Mundo Moderno, Patrimonio de la Humanidad. Este mausoleo de mármol blanco fue construido en el siglo XVII por el emperador Shah Sajan con el objetivo de dedicárselo a su amada, por eso también es conocido como el templo del Amor.
Su arquitectura combina diferentes estilos: islámica, persa, india, turca y todo este conjunto es un ejemplo de la arquitectura mongola. Se dice que más de 20.000 hombres trabajaron en su construcción. Otros edificios del complejo son:
Su arquitectura combina diferentes estilos: islámica, persa, india, turca y todo este conjunto es un ejemplo de la arquitectura mongola. Se dice que más de 20.000 hombres trabajaron en su construcción. Otros edificios del complejo son:
Es impresionante, no cabe duda. A pesar de eso hemos tenido algo de mala suerte ya que 3 de los torres están "under maintenance"... (¿Somos los únicos a los que les pasa que siempre que vamos a ver un monumento importante tiene alguna parte en restauración? jaja)
Nos lo imaginábamos más grande. De hecho la visita puede ser rápida. A pesar de que por fuera se vea grande y majestuoso, por dentro es oscuro y tiene poco que ofrecer, así que lo mejor es irlo rodeándolo para fotografiarlo desde diferentes ángulos y en algún momento sentarse por sus jardines y disfrutar de la belleza de un monumento con tan bonita historia.
(vista en el sentido contrario al Taj Mahal)
(las vacas son sagradas en India y están por todas partes. En el Taj Mahal también, obvio)
Cuesta 750 rupias (unos 10 euros) para extranjeros mientras que tan solo 20 rupias para Indios. Hay opción a coger unos audioguías por 120 rupias, pero nadie los llevaba y nosotros los quisimos coger una vez dentro, pero ya no pudimos (nos pareció que se tenía que hacer desde fuera). No hay nada para comer o beber dentro, así que venir con algo en el estómago y traeros una botella de agua. Por supuesto crema solar y repelente para los mosquitos porque durante el amanecer campan a sus anchas.
Salimos del Taj y pasamos por delante de una escuela y como no, nos sentimos muy curiosos de ver cómo eran por dentro. El que debía ser el director nos invitó a entrar y a echar alguna foto y luego nos comentó que podíamos dejar una donación. Nos pareció una buena idea. Viendo la foto poco cabe más que añadir... los niños tienen pocas comodidades pero ahí estaban sin mover un músculo y bien aplicados. Porque el que se movía, la maestra (a la derecha) le atizaba un buen golpe de bastón en la cabeza (damos fe de ello).
Más tarde hemos sabido que para nada todas las escuelas aquí son de este tipo. Por supuesto hay escuelas para gente de toda clase y en las clases medias altas, el nivel de exigencia es alto. Nos comentaron que lo normal es que en las escuelas de primaria suela haber más de 60 alumnos por clase (para un solo profesor)... Glups!
Más tarde hemos sabido que para nada todas las escuelas aquí son de este tipo. Por supuesto hay escuelas para gente de toda clase y en las clases medias altas, el nivel de exigencia es alto. Nos comentaron que lo normal es que en las escuelas de primaria suela haber más de 60 alumnos por clase (para un solo profesor)... Glups!
Después de ver el Taj poco más nos iba a sorprender. Sin embargo nos quedaba algo de rato libre hasta ir a coger el tren y una opción era ver el Baby Taj (mausoleo de Itimad-Ud-Daulah). Como bien dice su nombre, viene a ser como un "réplica" de la maravilla pero en formato pequeño.
Al parecer el Baby Taj se construyó antes para servir de modelo para la posterior construcción del Mahal. La verdad es que a pesar de ser pequeño, es muy bonito, cuidado y incluso tiene más detalle que el propio Taj Mahal. El mármol de las paredes tiene incrustaciones de piedras preciosas. Además es mucho más tranquilo y después de haber estado en el otro, llegar a este espacio sin masas lo hemos agradecido.
Al parecer el Baby Taj se construyó antes para servir de modelo para la posterior construcción del Mahal. La verdad es que a pesar de ser pequeño, es muy bonito, cuidado y incluso tiene más detalle que el propio Taj Mahal. El mármol de las paredes tiene incrustaciones de piedras preciosas. Además es mucho más tranquilo y después de haber estado en el otro, llegar a este espacio sin masas lo hemos agradecido.
Nos esperaba nuestro conductor fuera (lo mejor es pactar con el rickshaw que te lleve, se espere y te lleve a otro sitio... todo por MUY poco dinero) y fuimos a comer algo y nos fuimos para la estación de tren. La estación de Agra es, si cabe, más rudimentaria que la de Delhi. En el andén mientras esperábamos vimos de todo... gente tirada por los suelos llenos de moscas, niñas meando en el andén, gente que se te acerca con muy mala pinta a decirte cosas raras mientras mira tu mochila, y mucha basura y escupitajos en el suelo, porque no, aquí no les preocupa eso.
También se nos acercó gente maja y estuv
imos hablando con un grupo de gente. Los forasteros les resultamos muy curiosos a los indios, muchos no han salido (ni tendrán oportunidad de salir) de este país y nosotros de alguna manera somos la conexión con el mundo occidental. Nos preguntaron cosas, se quisieron tomar selfies con nosotros e incluso enseñarlos frases en hindi (aunque luego descubriéramos que no eran del todo buenas).
Y finalmente el tren llegó con 2 horas de retraso y esta vez ibamos con aire acondicionado y parecía que en algo mejor de categoría, por lo menos menos gente deambulando por los pasillos y sin rastro de las chicas pega tortas jaja
No hay comentarios:
Publicar un comentario