22/3/16

Llegamos a Delhi: un día en la capital de India

Estamos en India!!!

Antes lo comentábamos con unas chicas: parece mentira que llegáramos ayer a India, pues da la sensación de que llevamos mucho más.

Llegamos al aeropuerto Indira Ghandi sobre las 12 de la noche del viernes después de un larguísimo viaje (con escala de 10 horas en Moscú incluida) y aunque al centro de la ciudad se puede llegar de varias formas y más baratas, nosotros optamos esta vez porque el hotel nos reservara un taxi (por tanto un taxi fiable) que por 10 euros nos dejó en la puerta.

(ese es nuestro hotel, el Hari Piorko)

(una muestra del ambientazo nocturno de nuestra calle)

Es ese trayecto de 45 minutos tomamos un primer contacto con el país y con su manera anárquica de moverse al volante. El no llevar cinturón es un detalle mínimo y algo a lo que ya estamos acostumbrados cuando viajamos, pero lo de saltarse semáforos, ir 4 coche paralelos en tan solo dos carriles o adelantar a golpe de claxon son cosas que en un primer momento te chocan.

Nuestro hotel se llama Hari Piorko y está bastante bien situado. A 10 minutos de la estación de trenes, a 7 de la parada de metro y en pleno meollo, porque es la mejor manera de definirlo. Estamos en la calle Main Bazar, que es una de las más concurridas y transitadas de la ciudad, que destaca por su cantidad de hoteles, restaurantes, tiendas... pero dicho así puede parecer que estamos hablando de un Portal de l'Angel o de una calle Serrano, pero no. El orden, la limpieza y el estado de infraestructuras y edificios dejan mucho que desear, pero es que esta ciudad es así o la tomas o la dejas.


Delhi es la capital de India y la séptima ciudad más poblada del mundo. Con alrededor de 13 millones de habitantes, es una urbe caótica y cruda como la vida misma, sobretodo en la Old Delhi (la parte antigua), pero no toda es así. La New Delhi es la zona nueva, con edificios más modernos y cuidados, más seguridad y más orden (siempre dentro de los estandartes Indios, no nos hagamos ilusiones). Pero en esa zona no nos hemos prodigado mucho.

Lo primero que hemos hecho al levantarnos ha sido ir a cambiar dinero. Eso es tarea fácil porque hay bastante casas de cambio y en realidad cualquier persona de la calle te podría cambiar o encontrar a alguien que lo hiciera. El problema que hay es que te pueden colar billetes falsos fácilmente, así que hemos optado por ir a un sitio propiamente dicho, que parecía mínimamente decente. Seguidamente hemos ido a la estación de trenes a comprar los billetes para movernos los próximos días. Comprar billetes de tren por adelantado es toda una odisea y os contaremos más asdelante cómo hacerlo porque si tenéis suerte, a lo mejor los conseguís. Si se puede es recomendable cogerlos con antelación, así que si no se puede, como en nuestro caso, lo mejor es ir a la estación directamente y cogerlos allí cuanto antes.

En la estación mucha gente por todos lados, sentados o estirados en el suelo y puede resultar un poco desconcertante. Y resulta que la estación es una de las trampas número 1 para los timadores. Cuando te ven llegando a lo lejos (ellos ya están al quite, es su trabajo) se te acercan y te dicen (de maneras brusca) que no se puede pasar, que para comprar tickets hay que ir a la derecha y te bloquean con el brazo. Lo que quieren en realidad es llevarte a sus agencias. Eso te pasa sin saberlo y te cagas un poco. Por eso mismo nuestro consejo, pasad de ellos y seguid caminando o decirles que ya tenéis los billetes, pero no dudéis. La oficina de compra de tiquets para extranjeros está en la primera planta y si os fijáis hay indicaciones. Así que subid arriba y rápido y sólo hace falta coger número y esperar turno en una sala con aire acondicionado. Es importante tener en cuenta que hay que rellenar un formulario especificando el tipo de tren, clase, etc. antes de ir a pedir los billetes con el funcionario de turno, sino te mandan a coger número otra vez y la cola puede llevar horas. Nadie te avisa del formulario y tienes casi que buscarlo... nosotros tuvimos suerte y nos dimos cuenta unos minutos antes, así que rellenamos rápido todos los formularios (uno para cada tren) y nos ahorramos tener que hacer otra vez la cola.

Después de eso hemos ido hacia la parte antigua de la ciudad, Old Delhi, a callejear y a empapanos de la vida en la ciudad. Es una zona que en realidad es una maraña de calles laberínticas repletas de comercios, paradas de fruta, artesanos, negocios minúsculos y lugares donde comer (porque llamarlos restaurantes son palabras mayores).



(miles de rickshaws se mueven incesantemente en todas direcciones de las ciudad)

Todo esto amenizado por motos, biciletas, carros, animales, personas y rickshaws (que son moto-taxis) que se cruzan incesantemente a centímetros de ti, lo cual hace que la expresión "pasear tranquilamente" aquí en India no exista, más bien sería "caminar temiendo por tu integridad".

Pero tiene encanto, eso es innegable. Dista tanto de lo que estamos acostumbrados, que parece que estás soñando o metido en una película de Bollywood.

Más tarde hemos ido al templo Gurudwara Bangla Sahib. Es un lugar de peregrinación donde creyentes sij e hinduistas llegan para sanarse en sus fuentes.


(atención a los ríos de gente)

Pero además es un templo abierto a todas las religiones y muy amigable para los visitantes de fuera, te reciben muy amablemente y no tienen reparo en que formes parte y conozcas sus costumbres y manera de actuar. Tiene una labor tremendamente importante en Delhi... cada día da de comer a unas 20.000 personas gratis sin pedir NADA a cambio. Cualquier persona que necesite/quiera comer tiene las puertas abiertas. Nosotros incluso entramos en las cocinas y damos fe de la cantidad de gente que hay allí voluntaria trabajando para dar de comer a tanta gente.







Las comidas van por tandas, se entra en una gran sala y la gente se acomoda en el suelo en filas. Se les proporcionan unas bandeja y van pasando entremedio voluntarios (algunos niños) proporcionando la comida. Quedamos realmente impactados! Además hay un pozo del que se reparte agua a todo el mundo de la que dicen, es milagrosa.


No lo hemos comentado, pero para entrar en la mayoría de templos hay que hacerlo descalzos.


Suele haber un guardaropas gratuito donde se deja el calzado en consigna. Antes de entrar la gente se suele lavar las manos, y pies. Los fieles se arrodillan, besan los escalones, compran ofrendas, etc... Al ser domingo es dia festivo y la mayoría de devotos van a visitar los templos en familia.

Fuimos a comer a Karim's (que vimos en tripadvisor) y resultó ser todo un acierto. La comida buenísima, echa de manera tradicional, variedad y sabor. Esta justo al lado de Jama Masjid, que es la mezquita más grande de toda la india.


(entrando por una calle perpendicular a la entrada número 1 de la mezquita y luego cogiendo un callejón a mano izquierda se llega, y vale la pena)


Después de comer nos dirigimos en metro al templo de Akshardham. Es un complejo cultural bastante reciente (abierto desde 2005) de gran magnitud y espectacularidad.

(obviamente esta foto no es nuestra. Copyright de google imágenes).

Está dedicado a la cultura india en sus facetas artísticas, de conocimentos, de herencia y valores. Se compone de un templo principal o manir, varias salas expositivas, un cine, una visita en barca para aprender sobre inventos Indios, varios restaurantes, etc... El complejo está cuidado al mínimo detalle, con miles de esculturas talladas a mano que decoran las fachadas y otras esculturas más grandes (como los casi 150 elefantes a tamaño real) que bordean el templo. Es un lugar donde pasar casi un día entero y que menos los extras, la entrada al recinto es totalmente gratuita
Como consejo y cosa curiosa es que no dejan entrar casi nada al recinto. Básicamente se podría entrar la ropa que llevas puesta, el dinero y las llaves del coche...  y no estamos de broma. Nunca habíamos visto una lista tan larga de cosas prohibidas incluyendo cosas de tipo libretas, bolígrafos o paraguas. Obviamente un móvil o cámara impensable. Así que una de dos o lo dejáis en el hotel o lo dejáis en consigna con la consiguiente cola y luego que es "at your own risk". Nosotros optamos por llegar hasta aquí sin nada y aún y así nos chupamos 1 hora de cola increible en el sentido literal de la palabra. A los Indios les encanta empujar, apoyarse encima tuyo, colocarte la mano en el hombro, arrambar barriga y hacer fuerza con ella... en fin, todo esto durante casi una hora pasando por dos controles de seguridad (con tocamiento de culo incluido).
A nosotros nos encantó Akshardham, tal vez demasiada gente pero entendemos que fue porque era domingo. Recuerda un poco a un parque temático. Nos quedamos al espectáculo de luces, sonido y agua en la fuente principal (pagamos menos de 1 euro) y fue espectacular con proyecciones sobre los edificios, niños actuando, chorros de agua que jugaban con los lasers... todo esto y miles de mosquitos revoloteando sobre nuestras cabezas y que aparecieron de la nada a la que atardeció. Y nosotros histéricos pues venimos avisados y hiper concienciados con el tema mosquitos (sí, puede que seamos algo exagerados) pero cuando ves una nube de mosquitos (que algunos seguramente lleven dengue entre otras cosas) revoloteando por tu cabeza, pues no hace mucha gracia. Otro consejo es que llevéis ropa de tonos claros. A los mosquitos les pirran los colores oscuros, sobretodo el negro!

Por la noche fuimos a cenar con un grupo de españolas que conocimos en el avión. Un grupo de 14 desconocidas que se unieron para hacer este viaje juntas. Nos llevaron a cenar a una terraza 100% turística y como buenas españolas salerosas montaron el número y pusieron negro al camarero, Cenar, cenamos fatal, pero buen ambiente un rato,

Y al día siguiente dirección Agra!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario