Hola Mundileros! ¿Cómo estáis? Por aquí todo chachi.
Ayer llegamos a Cusco en un avión de Star Perú que más que avión parecía una avioneta que dio un giro para aterrizar en el aeropuerto de Cusco que puso el avión casi en vertical. Eso sí, el vuelo nos proporcionó unas preciosas vistas de la Cordillera de los Andes.
Al bajarnos del avión ya notamos un poco el tema de la altura, talvez porque ya íbamos pensando en eso y nuestro cuerpo lo somatizó jaja No, en serio se nota, sobretodo cuando haces algún esfuerzo como subir escaleras o calles empinadas... pero nos lo tomamos con calma para que el cuerpo se vaya acostumbrando.
Un taxi nos llevó al hostal por 20 soles (unos 6 euros) que está en la zona más céntrica de la ciudad.
Antiguamente Cusco fue la capital del Imperio Inca, que con la llegada de los españoles se construyeró un gran número de iglesias, palacios y plazas que hicieron de Cusco una ciudad con un gran valor cultural. Hoy en día es una de las ciudades más pobladas de Perú y está considerada la capital histórica del país, a parte de ser Patrimonio de la Humanidad desde 1983, así que no es de extrañar que sea un lugar muy turístico, además de ser parada obligatoria en la ruta hacia el Machu Picchu.
Ayer por la noche nos dio tiempo de poco, dar un paseo por el centro, ver un ambientazo que quita el sentido, hacer unas gestiones de impresión de billetes y buscar sitio para hacer merienda cena porque no habíamos comido. Fuimos a un restaurante que se llama Los Perros (calle Tecsecocha 474) y nos encantó. Lugar bien ambientado y relajado, comida de fusión con cantidad de sabores y todo delicioso. Recomendable!
Hoy sobre las 5:30 de la mañana amanecía en Cusco y el sol picaba desde bien temprano. Después de desayunar en el hostalito (bastante sencillo y básico) hemos partido a descubrir la ciudad.
Hay que decir que aquí es invierno, pero un inivierno diferente al nuestro. De noche las temperaturas bajan cercanas a los 0 grados, pero de día podemos tener unos 20 grados y un sol que quema (hay que ponerse crema) así que imaginaros la variación térmica que tenemos aquí. Ahora hace un sol espléndido!
Una cosa que llama la atención nada más empezar a callejear por la ciudad son las banderas arco iris que por un momento te hacen pensar que acabas de llegar a un planeta gay... pero nada más lejos de la realidad. Se trata de la bandera oficial de Cusco que con sus 7 barras de colores recuerdan a la bandera del orgullo (que en realidad sólo tiene 6 colores). Y para nada tiene relación, pues cabe decir que Perú no es una sociedad demasiado tolerante hacia el colectivo LGBT. Aquí la gente es muy religiosa y por lo que tenemos entendido no son nada gayfriendly. En fin, ellos se lo pierden!
Hemos llegado a la plaza donde hay la imponente iglesia de San Pedro nos da la bienvenida al mercado central del mismo nombre.
Este mercado es totalmente auténtico y es de visita obligatoria. Está repleto de cusqueños comprando y comiendo. Es muy grande y está organizado en sectores según los productos en venta. Hay de todo un poco: desde artesanía, a frutos secos, carnes, pescados o zumos de fruta.
(en el mercado Miriam se ha tomado el mejor café del viaje hasta el momento)
(hemos comprado un trozo de queso a esta mujer, pero no nos ha acabado de gustar)
(vaya panes! y qué buena pinta!)
(hemos comprado un paquetito de hojas de coca y caramelos que nos hemos echado a la boca al momento)
Las dependientas (en su mayoría mujeres) te invitan muy amablemente a que te acerques a sus paradas y a que te sientes en sus mesitas. Tienen todo muy bien ambientado para sin duda te entren ganas de hacer una parada y degustar comida casera. De hecho se puede comer al mediodía una gran variedad de platos a unos precios de risa: platos combinados y contundentes por 4 soles (poco más de un euro!)
En el mercado también se pueden encontrar productos curiosos:
(el maíz morado con el que se hace la bebida típica "chicha")
Luego hemos pasado por el majestuoso Arco de Santa Clara:
Y hemos llegado a la plaza de San Francisco donde nada más llegar a mano izquierda nos encontramos con el bonito edificio del colegio nacional de ciencias.
Pero lo que más nos ha llamado la atención (no tenemos remedio) ha sido una muestra de gastronomía peruana que nos ha dejado con la boca abierta en todos los sentidos: por el hambre que nos ha entrado al ver y oler sus platos y por los productos que ofrecían. Desde el famoso "cuy" que se podía comer enterito o a cuartos, hasta todo tipo de dulces con formas y colores para saciar al más repostero (entre nosotros hay algunos...). Y todo, de nuevo, a precios de risa.
(torta helada)
(ñam ñam, ¿qué vamos a comer hoy?)
Después hemos seguido por la calle Márquez y hemos llegado al templo de la Merced de Cusco:
Y finalmente a pocos metros hemos llegado a la plaza principal y que es emblema de esta ciudad La plaza de Armas, que es impresionante.
El día soleado ha hecho que aún se viera más bella. Se ve que antiguamente fue un pantano y más tarde, durante la época de los incas, fue la capital del imperio. Sin duda hoy en día, es el centro de la ciudad y está repleta de tiendas y restaurantes y la gente pasea por sus jardines y se relaja en sus bancos.
(Aquí restaurante de cadena muy conocidos tienen sus establecimientos, pero mantienen las fachadas originales de los edificios de manera que se integran totalmente con el conjunto)
Alrededor de la plaza se encuentra la catedral de la ciudad de Cusco:
Y este el templo de la compañía de Jesús (vaya nombrecitos) detrás nuestro:
La polémica escultura del Inca que hace unos años se quiso retirar alegando que atentaba contra el patrimonio cultural, pero la misma UNESCO respaldó su mantenimiento. Y ahí sigue:
Y unos bellos jardines:
Pero sin duda lo mejor de Cusco es callejear por sus bonitas y cuidades calles adoquinadas. Al final de sus calles se puede ver como la ciudad sigue cubriendo la colina y sus tejados de tonos rojizos forman un enmarañado perfecto:
No dejéis de fijaros en los bonitos letreros de las calles (algunas las encontraréis también el el idioma Quechua). Hemos encontrado algunas con nombres muy curiosos:
Después de comer queríamos subir hasta el mirador de San Cristobal donde hay un Cristo y unas vistas excelentes. Nos hemos armado de valor porque con la barriga llena y la dichosa altura, subir dos escalones era como subir media Torre Eiffel (bueno, tampoco tanto). Había callejuelas de escaleras bastante empinadas y a medio camino hemos tenido que parar para recuperar el aliento (que sí, que se nota la altura).
Cuando hemos llegado a la puerta de entrada resulta que se necesita un pase turístico que le llaman aquí, que incluye la entrada a una decena de ruinas y monumentos de la zona (no sólo de Cusco) y nosotros no lo teníamos (además que vale 130 soles), Pero hemos escuchado a los locales y bajando un poco hemos llegado a una plazoleta en frente de una iglesia, con unas vistas brillantes a la ciudad. Así que no hay mal que por bien no venga.
Y desde tan bucólico lugar nos hemos marcado la turistada del día:
Hemos bajado chino chano y después de todo el día caminando, subiendo y bajando nos ha entrado ganas de un poco de relax. Y ni China ni Indonesia, el paraiso de los masajes es Perú. Nos han ofrecido masajes de una hora por 30 soles (menos de 9 euros) y no nos lo hemos pensado mucho. Al rato estábamos los cuatro estirados en cuatro camillas con nuestras respectivas masajistas "profesionales" dandonos un buen masaje de cabeza a pies con sus manos y con piedras calientes que han frotado por todo el cuerpo... una delicia señores. Si 9 euros os ha parecido barato que sepáis que una vez fuera, otras chicas nos han ofrecido lo mismo por 6 euros! Así que ya sabéis todos para Cusco a que os dejen como nuevos.
Y qué hambre dan los masajes. ¿Os apetece una lengua de suegra? A nosotros sí!
(este cuadro del Machu Picchu nos lo hemos llevado de recuerdo)
Hemos probado una cata de arroz con leche que aquí lo hacen con canela, leche condensada y una especie de gelatina con fruta. Y por tan solo un sol (34 céntimos de euro) quien le dice que no a eso? Y estaba rico, sí.
Y la tarde ha empezado a refrescar bastante y hoy hemos hecho cena ligera (osea, cena de supermercado).
Mañana dejamos Cusco y vamos a Ollantaytambo. Desde allí cogeremos un tren (PeruRail) carísimo que nos llevará hasta Aguascalientes. Este pueblo es la punto principal por la que se pasa para ir al Machu Picchu. Además, como bien dice su nombre, dispone de algunos baños termales que seguramente probaremos. Pero no adelantemos acontecimientos.
¿Qué os ha parecido Cusco? ¿Os ha enamorado como a nosotros?
Un abrazo y "Ccaya cama" (hasta mañana, en Quechua).
Buenas que tal andáis que envidia me estáis dando ,sobre todo con el paisaje y las comilonas parece todo mas natural me esta gustando mucho, pero que muchooooooooooo y como lleváis el frió por las noches, compraros ropa si necesitais.
ResponderEliminarSe que lo disfrutareis cuando esteis en lo mas alto de la montaña pensar mi madre le gustaria mucho.
pero el avión no tanto, bueno que me encanta y que lo estoy disfrutando como si estuviera con ustedes
os quiero un abrazo Kia muy bien os hecha de menos, eso creo, pero esta como una reina, tiene habitación solo para ella la mas grande la del Gelo. Besos abrazos a todoooossss
Hola chicos!! Cada año os superáis, más que un blog parece una guía turística. Fotos impresionantes y un relato muy ilustrativo. Seguid así, please. Cuidaros mucho y un abrazo! Cristi y JL
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