Qué tal people?
Nosotros bien! Hemos estado unos días desconectados porque hemos estado haciendo un recorrido por el inmenso Salar de Uyuni, en Bolivia. Han sido 3 días inolvidables en los que hemos disfrutado de paisajes espectaculares, pero al mismo tiempo muy intensos, sobretodo después del periplo para llegar a Uyuni con el episodio del autobús atrapado en la arena y demás, que como ya os contamos, acabó todo bien.
Para ahorrar tiempo y dinero la mejor opción para ver todos los lugares que el Salar y alrededores tienen que ofrecer, lo mejor es contratar un tour. Además de que para conducir por el desierto, dunas y terrenos pedregosos hay que ser un conductor muy experimentado.
En la ciudad de Uyuni hay agencias en cada esquina y gente que te viene a ofrecer los tours directamente en la calle. ¿Cuales son los buenos de verdad? Eso no se sabe, es una lotería.
Desde España habíamos oído y leído muchas cosas. No había ninguna agencia que tuviera todas las críticas buenas, así que finalmente decidimos cogerlo una vez estuviéramos aquí dándonos un paseo por las agencias y regateando buenos precios (mucho más económico que cogiéndolo por Internet). No se necesita reservar con antelación.
La mayoría de agencias que hacen este tour tienen el mismo recorrido, con las mismas paradas, la misma comida, semejantes alojamientos y condiciones. Así que lo mejor es ir a lo barato a menos que seas muy sibarita y quieras unos mínimos y más comodidad, entonces lo tendrás que pagar.
Hoy después de ver unas cuantas nos hemos quedado con Charito Tours por 620 bolivianos (unos 88 euros) son 3 días de tour con alojamientos y comidas, no está nada mal. Además nos incluía el saco de dormir.
El primer día salimos a las 10 de la mañana y nos dirigimos a un cementerio de trenes muy cercano a la ciudad de Uyuni, que como no, a Carlos le encantó. Este conjunto de maquinaria oxidada y abandonada pertenece a lo que un día fue una importante linea de ferrocarril en Bolivia que transportaba minerales en un buen momento para la industria nacional de finales del siglo XIX. Pero con el paso del tiempo resultó que toda la inversión no revirtió en el pueblo Boliviano que fue dejando en desuso estos gigantes de hierro que hoy yacen firmemente amontonados para disfrute de admiradores y curiosos.
La siguiente parada era la principal y la que más ganas teníamos de tener enfrente: el gran Salar. Este gran desierto de sal tiene una superficie de (atentos) casi 11.000 kilómetros cuadrados! Y es el que se encuentra a más altura del mundo (3650 metros sobre el nivel del mar).
El método tradicional de extracción de sal, es formar pequeñas pilas (como en las imágenes) para facilitar la evaporación del agua y el posterior transporte.
Este año ha sido el primero en que el Dakar ha pasado por el desierto del Salar de Uyuni. Como muestra nos hemos encontrado con esta escultura (como no, hecha de sal):
En el Salar hay varios hoteles construidos casi íntegramente de sal (hasta las camas, sillas y mesas lo son). En este de la fotografía paramos para comer. Es el más famoso y todo el mundo deja las banderas de sus países a su paso:
El Salar esta constituido por unas 11 capas de sal. La costra (la más superficial) puede alcanzar los 10 metros de profundidad. En verano (ahora aquí es invierno) es época de lluvias y el Salar suele estar cubierto por distintas alturas de agua.
Mucha gente hace fotos divertidas y creativas cuando está en el salar dada su gran extensión, llanura y color. Nosotros intentamos hacer la típica de los dinosaurios aunque sin mucho éxito.
Los tours acostumbran a ser de 6 personas. Nosotros éramos 7 más el conductor. Un chico francés (Quentin), un chico Peruano (Juan Alonso), un Sevillano (Alonso) y nosotros 4... qué buena combinación!
La siguiente parada era una "isla" en medio del salar. Se trata de la isla Incahuasi (la casa del Inca, en Quechua) que está completamente cubierta de cactus gigantes. Cuesta 15 bolivianos la entrada (2 euros):
Estos cactus pueden llegar a medir más de 10 metros de altura y algunos tienen más de 1000 años de antigüedad!
Al atardecer llegamos a nuestro hospedaje (muy sencillo, pero en su mayoría también de sal). Bajamos al pueblo (de 4 casas) para comprar galletas para merendar con un mate que nos preparó el guía. El cielo a esas alturas nos dejó estampas como esta:
El segundo día empezamos prontito (a las 7 ya estábamos desayunados y listos en el jeep). Un sol radiante nos iluminaba desde buena mañana. Continuamos la ruta pasando por encima de la vía del tren que une Chile con Bolivia (un medio de transporte que hoy en día únicamente se usa para mercancías).
Llegamos a Mirador, que es un lugar perfecto para tener buenas vistas del volcán Ollague, que todavía está activo. Además de encontrarnos rodeados de grandes rocas de origen volcánico:
(con nuestros compis de viaje)
La siguiente parada fue la Laguna Hedionda, una de las múltiples lagunas de agua salada que se pueden encontrar en los altiplanos de los Andes (también conocidas como Altiplánicas) y que se encuentran todas a más de 4000 metros de altitud. Como se puede ver en la foto había partes donde la superficie del agua estaba helada:
Aquí paramos para comer, pero como hacía tanta rasca algunos se tomaron el menú dentro del coche:
Y después de comer nos dirigimos a la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa. Ahí se tiene que pagar 150 bolivianos (a menos que seas de Bolivia). Se trata de una área declarada Protegida donde se pueden ver animales tales como las vicuñas, llamas, gatos andinos, zorros y por supuesto los flamencos. En las lagunas de la reserva hay 3 especies de flamencos diferentes.
(nos encanta la nube de la derecha en forma de cometa ;-))
Laguna Honda:
A continuación nos adentramos en el desierto de Siloli, donde, debido a la erosión del viento a lo largo de los años, pudimos ver rocas de origen volcánico con bases estrechas y formas sinuosas...
...de entre las que destaca la famosa roca "El Arbol de Piedra", de 5 metros de altura y una forma muy singular:
Finalmente llegamos a la Laguna Colorada, famosa por el color rojizo del agua que lo obtiene principalmente por un tipo de algas que habitan sus aguas:
Por la noche fuimos a dormir a un refugio muy muy básico y donde hemos pasado mucho frío, a pesar de tener los sacos de dormir. No habían duchas y la electricidad la paraban a las 21:30. De todas maneras, había que descansar porque el tercer día nos teníamos que levantar a las 4:30 (a esas horas estábamos a menos 10 grados!).
Después de desayunar fuimos a ver los geysers Sol de Mañana (a una altura de 4800 m) donde hay una constante actividad volcánica (se puede ver lava hirviendo y múltiples fumarolas expulsando gases de azufre). Estos geysers pueden alcanzar los 50 metros de altura.
Pero nuestra recompensa por el frío, los madrugones y las caminatas ha sido sin duda las Aguas Termales de Polques (6 bolivianos) donde hemos podido disfrutar de un baño a 40 grados que nos ha devuelto a la vida porque estábamos congelados. Lo peor ha sido ponerse el bañador y salir del cambiador, pero una vez dentro del agua ha sido un placer indescriptible (además que llevábamos 2 días sin podernos duchar...ejem ejem).
Después de eso ya sólo nos quedaba dirigirnos a la frontera con Chile donde nosotros 4 cogeríamos un transfer para cruzar al otro país. De camino hemos parado para ver el llamado Desierto de Dalí, donde hay un conjunto de rocas volcánicas (se ven pequeñitas allí al fondo) de formas que recuerdan al estilo del famoso artista de Figueres.
Y finalmente hemos parado en la Laguna Verde (que a ciertas horas de la tarde toma un color verde esmeralda debido al alto contenido de minerales que tiene). Nosotros no la hemos visto verdosa porque a estas horas estaba congelada aún, pero sí que hemos tenido unas vistas espectaculares del volcán Licancabur (5916 metros) y de otros picos de la cordillera andina.
Y con esta foto de grupo nos hemos despedido del tour.
Hemos llegado a la frontera sobre las 10 de la mañana y hemos cogido el transfer que en una hora nos dejaba en San Pedro de Atacama (Chile). Todo bien, muy contentos. Esta tarde nos hemos relajado por el pueblo, hemos disfrutado del calorcito chileno y mañana ya tenemos algunos planes que os contaremos próximamente.
Esperamos que os haya gustado la entrada y que os animéis a visitar el Salar de Uyuni, que de bien seguro os cautivará.
Un beso enorme a todos desde Chile!
Por las fotos... tiene que haber sido ESPECTACULAR... :) ya nos contareis :) Pap
ResponderEliminarBuenos dias
ResponderEliminarQue bien poder seguir con el viaje que me parece, todo espectacular y muy bonito, la tierra y en general todos los paises tienen esos lugares maravillosos que nos encandilan, y sin duda ese es uno,
y tambien unos seres maravillosos que sois vosotros, seguid disfrutando, pero sobre todo cuidaros,os queremos un besazoooooooooooo Mam